domingo, 15 de noviembre de 2015

Macri la gana a Scioli en el rubro trascendental: la comunicación.

“La comunicación es más importante que la acción”. La frase pertenece a Joan Costa, especialista en esa área y en sociología. Y el líder del PRO fue quien mejor interpretó hasta el momento la esencia de la oración. “Cambiemos” representa la palabra más deseada por la gente en la Argentina de hoy. Y la hizo su slogan. Aún más, el Gobernador bonaerense empezó a usarla en infinitivo de cara al 22 de noviembre.

Scioli se decidió allá por enero de 2015 por ser el candidato del FPV. Quiso asegurarse con eso el piso histórico del Justicialismo y desde allí sumar su propio caudal de votantes. Se pegó a Cristina, al kirchnerismo más puro y, por ende, a “La Cámpora”. Se quedó con la peor parte del capital político peronista actual. No pudo separarse de los aspectos que más rechazo generan en la gente, y de ese modo no obtuvo siquiera el porcentaje histórico del PJ. Y perdió su principal bastión: la provincia de Bs As. Ante ese panorama insospechado, debió virar de cara al balotagge.


En las propagandas del gobernador bonaerense luego del ajustado triunfo del 25 de octubre, empezó a remarcar la necesidad de mostrarse despegado de Cristina y su gestión. Repite hasta el hartazgo la palabra “cambio” pero no se arriesgó a mostrar que no es continuidad. Eso, sumado a su imagen histórica de timorato y acomodaticio, no le otorgan a su nombre la firmeza que necesita si quieres ser presidente. Modificó apenas su discurso, pero el que le sale de memoria es el relato K, y se le filtró a cada rato en el debate de hoy.

Macri, por su parte, estudió tan bien su libreto que ni siquiera se excedía con los tiempos: tenía todo cronometrado y le salió a la perfección. Mandó estiletazos justos y remarcó las indecisiones y la falta de respuestas de Scioli. Y se preocupó por dejarlo pegado a la gestión de Cristina. El Gobernador nunca lo puso en aprietos al ingeniero, repitió el libreto kirchnerista a rabiar y evitó entrar en el golpe por golpe dialéctico que por momentos propuso el candidato PRO.

Otro ítem muy bien atendido por el macrismo en su discurso, fue remarcar constantemente la idea de no confrontar, de trabajar unidos. Leyó el hartazgo de la gente respecto de la crispación permanente promovida por la actual gestión y la hizo su punto fuerte. Un ejemplo claro de esto es la familiaridad aparentemente afectuosa con el que el Jefe de Gobierno lo llamaba “Daniel”, mientras que Scioli solo lo mencionaba con un distante y apático “ingeniero Macri”.

No abundaron las propuestas, sino más bien la necesidad de remarcar los puntos débiles del oponente.


Quedan pocos días para que tengamos nuevo presidente. No hay ya tiempo para timonazos de último momento. La suerte está echada y, a menos que ocurra un Tsunami mediático, Cristina le pondrá la banda presidencial al candidato para el que trabajó “sin querer queriendo”. Parece que el maleficio de que un gobernador de Buenos Aires se convierta en presidente por la vía democrática deberá esperar para romperse.


martes, 22 de septiembre de 2015

Condenados por Callejeros

La Cámara de Casación confirmó las penas para los integrantes de la banda por la tragedia de Cromagnón.


La Sala IV encontró a los músicos culpables de los delitos de incendio culposo seguido de muerte y cohecho, en la desgracia que costara la vida de 193 personas. De este modo, a Patricio Fontanet, líder de la banda, le ratificaron los 7 años de condena, apenas uno menos que el Subcomisario Carlos Rubén Díaz, a quien le confirmaron 8 años. Los funcionarios implicados, por su parte, fueron menos responsables que los artistas, ya que recibieron condenas de entre 34 meses y 4 años.

En un extensísimo juicio, desfilaron más de 300 testigos, hubo 118 audiencias (sin contar las de los juicios anexos) y 350 cuerpos sólo en la etapa de instrucción. En 2009 se produjo la primera sentencia (que había absuelto a los músicos) y en 2012 se revirtió esa situación, con lo que Fontanet y “sus secuaces” pasaron 20 meses en la cárcel.

Nunca se probó la participación del grupo en la organización del evento pero, al decir de los Jueces, la conducta de los músicos “excedió el ámbito de expresión artística, violó deberes de cuidado exigibles y expuso a los asistentes a un riesgo inaceptable”. 

También se los indica como “responsables de presentarse en un lugar cerrado y excesivamente sobrevendido”. Quizás si hubiera sido levemente sobrevendido, la condena sería más blanda. Quién sabe…

De este modo, el Tribunal avaló la acusación del fiscal Raúl Pleé, quien había responsabilizado a Callejeros porque “pudieron evitar la masacre de Cromañón pero por codicia no lo hicieron”. Esto significa que debieron haber notado desde el escenario las irregularidades (propuestas y alimentadas por empresarios, policías y funcionarios) y retirarse explicándole al público los motivos de su partida. Debían haber adivinado que un evento con exceso de público, como ocurría (y todavía ocurre) todos los fines de semana en nuestro país, costaría la vida de casi 200 personas que no pudieron escapar de las llamas.

Otra acusación al gupo está vinculada con el hecho de continuar con el recital a sabiendas de que se usarían fuegos artificiales, cuando hay clara evidencia de Fontanet invitando a evitar su uso.

El cohecho es conocido vulgarmente como soborno. Si está probado que lo hubo (aunque no está probado que esté probado), ¿es más grave la condena para el ciudadano que lo propone que para el funcionario que lo recibe? ¿Fontanet y compañía deberían haberse asegurado que los policías, funcionarios municipales -en cumplimiento de sus funciones- y empresarios que participaron del evento, hayan realizado sus tareas de manera lícita y pertinente?

En la final que consagró a River campeón  de la Libertadores 2015 hubo más de 62.000 espectadores. El estadio Monumental tiene capacidad para 61.321 personas. ¿Habrán verificado Ponzio, Barovero, Gallardo y cía, que el despliegue policial sea correcto? ¿Se habrán cerciorado que ninguna arma de fuego o bengala haya ingresado? ¿Habrán verificado que la cantidad de espectadores sea la permitida? ¿O jugaron el partido igual porque la codicia pudo más? En 1986 asistieron 81.000 espectadores para ver a River conquistar América por primera vez. ¿Alonso, Ruggeri y “Potro” Funes "violaron deberes de cuidadano exigibles" y debieran haber ido presos?

Cromagnón fue la consecuencia no esperada de un hecho que se repite cotidianamente en Argentina: no se respetan las normas. Y eso es normal, está naturalizado. Los semáforos en rojo los cruzamos todos, todo el tiempo, pero cuando el atropellado es un ser querido, encabezamos las marchas y queremos en la hoguera al conductor y al que no cambió la lamparita del semáforo.

En el último recital de Don Osvaldo brindado en Junín el 12 de setiembre, Fontanet dijo “11 años y no lograron callarnos”. Invita a pensar que hay gente a la que le interesa que a Callejeros la vaya mal por “no callarse”. Es conocida la tendencia de la banda de musicalizar letras con fuerte contenido social. “…Cuando la canción canta verdades, ni la censura ni el rencor (¿deberíamos agregar la justicia?) la han de callar…”

La Cámara de Casación condenó a Callejeros. Y gran parte de la sociedad también. Está muy bien, es más fácil que buscar a los culpables, a ver si caemos todos…


viernes, 10 de abril de 2015

Miguel Del Sel en su personaje más complejo.

Mucha polémica desató el spot de campaña del artista para la gobernación de Santa Fé. Se lo tildó de irreverente, ridículo, poco serio y hasta de payaso. En él, se lo ve al lado de la gente, hablando su mismo idioma –malas palabras incluidas-, tomando mates y haciendo chistes para mostrar familiaridad con los ciudadanos.
Abraza transeúntes, se rodea de chicos en la escuela y -con su complicidad- se ríe de la directora de la institución, aparece proponiendo un asado en la fábrica, burlándose de sí mismo en la sesión de fotos con Macri, etc. En suma, descontracturado, popular, campechano, como uno más.
¿No es acaso a lo que todo político aspira? ¿No estamos acostumbrados a ver candidatos abrazando gente en la calle en épocas de campaña, mostrándose como “uno más” del pueblo, con sus mismas inquietudes, costumbres y lenguajes?
En un momento Del Sel dice “bueno, votame, boludo, eh” a un operario, y deja flotando la idea de “soy como vos”. ¿No es el sueño de todo aspirante a un cargo político poder hablarle así al trabajador? Y… ¡Que éste le crea!

Quizás peque de exagerar el chiste y el lenguaje coloquial –casi vulgar- pero lo cierto es que no está vendiendo ningún personaje, se está mostrando como es: como el pueblo. Quizás este sea su único atributo político, pero… ¿por qué no explotarlo? ¿Qué debería mostrar El Midachi? ¿Seriedad? ¿Formalidad? ¿Capacidad de gestión? ¿Acaso no es todo eso de lo que se quieren despegar todos los políticos cuando están en campaña? ¿No se desviven por mostrarse “comunes”?
En lo referente al eje elegido, independientemente de las virtudes y defectos de Del Sel,  la estrategia comunicacional es acertada. Apuesta a que predomine en el votante la idea de poner en un cargo político a “alguien como yo”, y que la imagen de candidato irreverente le gane a la formalidad poco creíble del político estándar. Además, haciendo un análisis del candidato, no hay otros aspectos que se puedan convertir en eje del mensaje proselitista.

De Narváez en 2009 ganó con el latiguillo –entre otros- de “soy común”, cuando claramente no lo era. Puso énfasis en un atributo que no tenía. El humorista lo tiene y sería un despilfarro comunicacional no potenciarlo.

viernes, 3 de abril de 2015

En sus marcas, listos, ya...

La carrera presidencial entra en la recta final y los precandidatos se lanzan con todo buscando el apoyo político, económico y de votantes que los deposite en el sillón de Rivadavia.


Florencio Randazzo, Daniel Scioli, Mauricio Macri, Sergio Massa, Sergio Urribarri, Ricardo Sanz, Jorge Altamira y todo aquél que se considere “presidenciable”, sabe que los minutos cuentan. Es el momento de ratificar o corregir el rumbo mediático en una campaña que comenzó hace tiempo.

El Gobernador de Buenos Aires metió el timonazo más brusco aunque no menos preestablecido: pretende mostrarse definitivamente como EL candidato del Frente para la Victoria. Cambió su llamativo naranja por el sobrio celeste y blanco y el estilo discursivo K. Por si quedaban dudas, el slogan las despeja: “Scioli para la victoria”.

De este modo espera en el ring con los guantes puestos a su principal oponente, Florencio Randazzo. El Ministro, delfín natural de la presidente, ya es definitivamente la cara visible de todas las inauguraciones oficiales y de todo aquello que se pueda emparentar con gestión exitosa. Cristina lo potencia y lo sostiene pero no descarta aún a Scioli. La venia presidencial será determinante y el Gobernador se reposicionó fuertemente mientras Florencio busca hacer pie en la provincia.

Sergio Massa no deja de perder intención de voto. Todas las encuestas lo indican en franco descenso y el propio Diputado lo admite. ¿Equivocó la estrategia discursiva o se quedó sin apoyo económico-empresarial? Lo cierto es que sus carteles en la vía pública dejaron de impactar, su presencia en los Medios decrece, sus creativos se quedaron sin ideas o sin efectivo y su caballito de batalla (la guerra contra la inseguridad) perdió peso en la opinión pública. Necesita un viraje mediático rotundo.

Otro que tiene problemas con el rumbo de su campaña es Mauricio Macri. Un gran error propiciado por sus asesores en comunicación fue sin dudas garantizar la liberación del Cepo el mismo 11 de diciembre: ingenuo, utópico, impracticable. Además, se jugó por Horacio Rogriguez Larreta en detrimento de Gabriela Michetti. Todo bien con las preferencias personales, el caso es que la Senadora es la única que le otorga la cuota de humanidad tan difícil de encontrar en el PRO y tan necesaria para llegar a los humildes. Error estratégico.

Otra falencia comunicacional grave de Mauricio está vinculada a la alianza con el ARI y la UCR. Ya simplemente la mención de la palabra en negrita le tira centros a todos los rivales para que lo goleen. Ernesto Sanz contempla en primera fila los goles de los rivales.

El resto mira desde lejos.

La carrera presidencial entra en la recta final y los candidatos no pueden cometer errores. Quien comunique mejor logrará el objetivo. Vivimos un tiempo en que el relato es más importante que los hechos y los presidenciables lo saben. Hora de afinar el lápiz. O el puntero del mousse.



lunes, 30 de marzo de 2015

Antológico Serrat desordena emociones

El catalán festeja en el Gran Rex sus 50 años con la música presentando “Antología desordenada”.


Con las canas al viento, andar pausado, una orquesta impecable y el carisma de siempre, Joan Manuel Serrat, a sus 71 años, hizo vibrar durante dos horas y media a las 3300 almas que colmaron el teatro para recorrer una historia musical de la que el público se siente parte.

Emoción, lágrimas, euforia, añoranzas, alegría y tristeza, son algunas de las sensaciones que provoca el español en cada una de sus presentaciones. Y esta no fue la excepción. Ensamblando magistralmente los ritmos musicales con sus monólogos cada vez más imperdibles, logra crear climas especiales en cada tramo del show. Así, recorrió parte de su vasta trayectoria musical con versiones agiornadas que siguen sacudiendo. De este modo, “Algo Personal” (con un párrafo extra dedicado a la corrupción) hizo saltar de sus asientos a la platea. “Cantares”  y “El sur también existe” fueron entonados a dúo con un público enfervorizado que coreaba las letras de pie. 

Los momentos románticos estuvieron presentes con “Es caprichoso el azar” -en exquisita versión con Patricia Sosa-, “Hoy por ti, mañana por mí”, “Lucía”, a dúo con Abel Pintos, y “Tu nombre me sabe a hierba”, que pusieron la “piel de gallina” a más de uno.

Lali Espósito sorprendió acompañándolo con “Aquellas pequeñas cosas” y una versión conjunta con Sosa, Pintos y el catalán de “Fiesta”. Como parte de esta “Antología desordenada” ya desfilaron también por el escenario para acompañar a Serrat en su festejo, Cecilia Rosetto, Jairo, Marcela Morelo, Kevin Johanssen, Víctor Heredia, Axel y Marilina Ross, entre otros.

El de anoche fue el 7° de los 12 recitales programados en el Gran Rex, que culminarán el 19 de abril, todos con localidades agotadas. Además, el español completará 14 shows más en el interior del país y el Gran Buenos Aires, con los que redondeará 26 presentaciones en estas tierras.