domingo, 13 de julio de 2014

Serán eternos los laureles

Última madrugada mundialista y este futbolero no puede dormir pensando en Messi. “Es el partido que todos soñamos jugar alguna vez” dijo el héroe nacional Javier Mascherano, y cada argentino, a su manera, ya lo está jugando.

No habrá jamás otro encuentro que pueda representar para sus protagonistas la gloria perpetua. Y Sabella y sus soldados lo tienen bien presente. Habrá un partido de 90, 120 o quizás más minutos donde millones de argentinos prometerán locuras o utopías para lograr el objetivo. Las mismas promesas que deben rondar la cabeza de los futbolistas que pusieron a Argentina, por fin, donde debe estar, en la cúspide del fútbol mundial y en tierra de los pentacampeones -nada menos- que asisten como testigos de lujo.
¿Carrera hacia la gloria?

Luego la pelota entrará más en el arco alemán o en el nuestro, es inevitable, pero eso no quitará mérito a nuestros representantes futbolísticos en su gesta brasilera. Porque el mote de finalista y de probable mejor equipo del mundo se lo han ganado en la cancha. Con mayor o menor cantidad de sudor, talento, enjundia, camaradería,  templanza, esfuerzo, pasión. Mascheraneando protagonismo o cebando mates en la concentración, pero cada uno de los integrantes del plantel y cuerpo técnico aportó lo suyo para que nuestra Selección esté “a nada de serlo todo”, como se multiplica en los carteles facebookeros.

“Messi sueño con vos” se escucha en cada casa: “este es tu partido”, se repite. Y La Pulga lo sabe. Percibe el significado que tendrá para él que el mundo futbolero lo eleve casi hasta el pedestal de Diego. Evitando las comparaciones odiosas, incomprobables e inútiles, Lío tiene en sus pies, en su mente y en su corazón las herramientas para depositar a Argentina en la vidriera dorada en la que nos puso Maradona tantas veces. Para ello contará con el apoyo incondicional del nuevo ícono de la lucha, el esfuerzo y, casi, la justica: Javier Mascherano, el gladiador que cuando hace flexiones de brazos, corre el Planeta de lugar.

Alemania es un equipo duro, sólido, con jerarquía, que sabe lo que quiere dentro de la cancha y que tiene chances de ganar, igual que nosotros. Probablemente las diferencias que determinen al campeón del mundo sean mínimas, y eso alimenta la ilusión. El imaginario popular abona teorías como “el que se levanta mejor levanta la copa”, “una jugada te define el partido”, y en esos  atributos individuales es donde el equipo de Sabella consigue un plus respecto de los alemanes: el talento que puede aflorar en el Maracaná es múltiple y variado del lado albiceleste y no así por parte de los teutones. Ellos, en su orden táctico y su sincronización colectiva, deberán enfrentarse a la magia potencial de Messi, Higuaín, Lavezzi, quizás Di María, Agüero, Palacio; a la bandera enarbolada por Mascherano y secundada por Rojo, Enzo Pérez, Demichelis, Biglia. Suena mucho para cualquier rival si aflora todo junto.


Esto es fútbol y como tal tiene hoy dos resultados posibles. Lo que no se podrá modificar es el asueto tácito decretado en nuestro país que hará que - levantemos o no la copa- la caravana que acompañe mañana a la delegación desde el aeropuerto hasta donde vaya, sea multitudinaria y agradecida, sacudiendo banderas e inflándose el pecho gritando con el alma el orgullo de ser argentino. Serán de oro o de plata, pero serán eternos los laureles.
"No somos un equipo, somos un país", reza el slogan de la Selección, y la gente lo siente así.

2 comentarios:

  1. ayyyy q nervios!!!!!!!!! termino el mundial! nos quedamos con ganas de mas,pero no significa q no este orgullosa del equipo y de sus logros!!!!!!!! me dieron mucha felicidad!" Serán de oro o de plata, pero serán eternos los laureles."buenisimo seguimiento del mundial! felicitaciones!

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    1. Muchas gracias por los comentarios! Digno papel de la Selección Nacional

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